¿FISIOTERAPIA SOLO PARA HUMANOS?

Lo que más nos gusta en Fisioterapia Madrid de nuestra especialidad es que no se reduce solo a deportistas o, ni mucho menos, seres humanos. Aunque en nuestro caso trabajemos centrados en las necesidades humanas, nuestra disciplina es aplicable a muchos animales que, al igual que nosotros, sufren lesiones. Es el caso de nuestros mejores amigos, los perros, quienes también pueden sufrir de artrosis.

Los perros de mayor tamaño son los que más probabilidades tienen de sufrir este tipo de patologías, que están relacionadas con el crecimiento. Un ejemplo concreto es la Displasia de cadera, que encuentra su origen en factores genéticos. En estos perros grandes, la articulación coxofemoral, ubicada entre la cadera y el fémur, crecerá mal conformada, lo que le llevará a sufrir gran estrés de fuerzas y presiones que, con el tiempo, alumbrará la temida artrosis.

Los síntomas, como en el caso de los humanos, se mostrarán a través de dolor, cojera, rechazo a los juegos, ejercicio o al paseo habitual. Debemos estar atentos a estos comportamientos en nuestra mascota, claro indicativo de que algo no va bien.

Por otro lado, en razas de menor tamaño también pueden darse enfermedades de crecimiento en las caderas, como la necrosis avascular de la cadera del fémur. Los codos del animal, como la cadera, son articulaciones de vital importancia en la locomoción en la que participan el húmero, el radio y el cúbito, y se pueden ver alterados con frecuencia debido al gran desgaste.

Además, el famoso reuma también puede afectar a nuestras mascotas. Es una enfermedad más frecuente en razas pequeñas, e implica que el colágeno pierde sus propiedades fisiológicas llevando a la deformación de las articulaciones. Al igual que a nosotros, los síntomas pueden ser muy dolorosos, perjudicando la calidad de vida de nuestro compañero. En Fisioterapia Madrid, al igual que con las molestias en humanos, recomendamos siempre estar pendientes de las reacciones de nuestras mascotas, aunque no puedan hablar, su comportamiento, apatía o desgana nos desvelará que algo no funciona como debe, momento en el que el diagnóstico temprano es vital para evitar largos, dolorosos y costosos tratamientos. Al final, son más las cosas que nos unen, que las que nos separan, solo hay que saber observar.