LOS PELIGROSOS MASAJES DE PLAYA

En Fisioterapia Madrid sabemos que el verano llama a la relajación, los caprichos, la playa, la piña colada y el masaje relajante escuchando el rumor de las olas del mar. Pero mucho ojo con esto, pues puede costarle muy caro a nuestra espalda. Ante todo, pese a que se haya puesto de moda el dar masajes ambulantes en lugares públicos como playas o piscinas, la salud de nuestra espalda exige las manos de profesionales contrastados. El masaje relajante no exige estrictamente los conocimientos de un fisioterapeuta, sin embargo, si padecemos alguna lesión, por pequeña que sea, puede verse seriamente agravada bajo el tratamiento de un inexperto. Para empezar, con esta práctica no se cumplen las normas de higiene habituales, lo que puede provocar infecciones en la piel y contagio de diversas bacterias. La presión suele ser inadecuada, pues estos masajistas trabajan con el tiempo muy pegado a los talones, con prisas por pasar a otro cliente. Las camillas tampoco suelen ser las homologadas o necesarias para este tipo de tratamientos lo que también es contraproducente a la hora de pensar en las consecuencias del masaje. Así que, desde Fisioterapia Madrid, aconsejamos que, por muy atractivo que sea el masaje playero, comprobar siempre que ponemos nuestra salud y nuestro cuerpo en manos de expertos debe primar sobre cualquier antojo. En Fisioterapia Madrid sabemos que el verano llama a la relajación, los caprichos, la playa, la piña colada y el masaje relajante escuchando el rumor de las olas del mar. Pero mucho ojo con esto, pues puede costarle muy caro a nuestra espalda. Ante todo, pese a que se haya puesto de moda el dar masajes ambulantes en lugares públicos como playas o piscinas, la salud de nuestra espalda exige las manos de profesionales contrastados. El masaje relajante no exige estrictamente los conocimientos de un fisioterapeuta, sin embargo, si padecemos alguna lesión, por pequeña que sea, puede verse seriamente agravada bajo el tratamiento de un inexperto. Para empezar, con esta práctica no se cumplen las normas de higiene habituales, lo que puede provocar infecciones en la piel y contagio de diversas bacterias. La presión suele ser inadecuada, pues estos masajistas trabajan con el tiempo muy pegado a los talones, con prisas por pasar a otro cliente. Las camillas tampoco suelen ser las homologadas o necesarias para este tipo de tratamientos lo que también es contraproducente a la hora de pensar en las consecuencias del masaje. Así que, desde Fisioterapia Madrid, aconsejamos que, por muy atractivo que sea el masaje playero, comprobar siempre que ponemos nuestra salud y nuestro cuerpo en manos de expertos debe primar sobre cualquier antojo.