EL ETERNO DILEMA DE LOS TACONES

Aunque en Fisioterapia Madrid no podemos negar la belleza de un buen zapato de tacón, sabemos que el precio que se paga por llevarlos también es muy alto.

Y es que es por algo que las mujeres sufren hasta 4 veces más patologías en los pies que el género masculino. El uso abusivo de tacones o el uso inadecuado de los mismos, puede desencadenar en diversos males. Por encima de una medida concreta, esos tacones de aguja de vértigo son terribles para la salud.

Fisiológicamente hablando, al apoyar los pies descalzos en el suelo, la parte delantera soporta el 43 % del peso, mientras que el restante es soportado por el talón. Cuando usamos zapatos con demasiado tacón, el peso del cuerpo recae de manera forzada y exagerada sobre la parte delantera de nuestros pies, en la zona de los metatarsos. Este desequilibrio y descompensación puede ocasionar diversos tipos de trastornos.

Para hacernos una idea, un tacón de 4 cm hace que carguemos en la parte delantera el 57% del peso. Con 6 cm. de tacón, soportamos sobre un 75%. Si subimos a 10 cm. o más, la parte del metatarso soporta un 90 % de nuestro peso. No suena bien ¿Verdad? Todo esto ocasiona además contracciones en los gemelos entre diversas patologías como: juanetes, neuroma de Morton (inflamación del nervio entre el 3º y 4º metatarsiano), dedos en martillo, afecciones en los tendones, lesiones de rodilla y dolores de espalda y musculatura por intento de compensación.

Lo recomendado es no superar los 3 cm, además de optar por tacones de grosos anchos. Una buena alternativa si no podemos dejar de lado los tacones, son las plataformas, pero, por otro lado, tampoco te obsesiones con las famosas zapatillas planas o bailarinas, pues no facilita el mantenimiento del arco interno del pie, lo que hace que la musculatura y articulaciones trabajen el doble.

Como siempre, el término medio es lo más adecuado, un zapato de nuestra talla, que no haga rozaduras y que sea de materiales transpirables. Hay que olvidarse del trillado dicho de “para presumir, hay que sufrir”, en Fisioterapia Madrid no solo abogamos porque la belleza no requiere de adornos, sino que, por encima de la salud, no pueden primar exigencias superficiales.