LA PUNCIÓN SECA

Seguro que, si habéis venido a visitarnos en Fisioterapia Madrid, nos habréis oído hablar alguna vez de la punción seca. Para aquellos que aún no saben bien en qué consiste exactamente, explicar que, junto a las técnicas de acupuntura y electrólisis, es un tratamiento invasivo que emplea agujas similares, aunque algo más largas dependiendo de la profundidad del músculo a tratar. El objetivo es tratar los dolores focalizados en los puntos gatillo miofasciales (zonas hiperirritables localizadas en un conjunto de fibras dentro del musculo esquelético con mayor tensión que el resto, dando lugar a dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido). Estos puntos, son también conocidos como zonas de hiperactividad neurológica pues suelen mantener el músculo en contracción. Para poder ubicar y localizarlos adecuadamente en el paciente, el profesional ejercerá una presión moderada sobre los puntos donde se refiere el dolor. Lo más habitual es que estos puntos se concentren en las zonas del cuello, hombros, brazos, parte baja de la espalda, cabeza y piernas.

Con la introducción de las agujas se consigue la desactivación del punto gatillo. Por tanto, la meta principal de esta técnica es provocar un efecto mecánico en la zona del punto gatillo para conseguir inactivarlo y, por consecuencia, suavizar o eliminar el dolor. Este tratamiento, sin introducción de líquidos o medicamentos hace, por tanto, que no genere ningún efecto secundario. Aunque puede notarse cierto dolor durante la punzada, la molestia solo se nota unos segundos. Como en cualquier otro tratamiento, es normal que, durante unos días después, se sienta alguna sensación incómoda en la zona tratada. En Fisioterapia Madrid, estamos especializados en estos tratamientos que, sin duda, requieren una profesionalización especial para manejarlos. En caso de sufrir problemas de coagulación, no se recomienda la punción seca y, por supuesto, en caso de sufrir fobia a las agujas, se debe buscar siempre una práctica que sea menos agobiante y se ajuste a las necesidades del paciente, se trata de mejorar de forma responsable y, para ello, no es necesario sufrir.